viernes, 9 de octubre de 2015

Adictos, a equivocarnos.

¿No te pasa (a veces) que te encuentras haciendo justo eso que dijiste "pero no vuelvo"? 
Creo que a estas alturas ya sabes que el cerebro no codifica esas cosas a las que dices NO, por eso ya no te sorprende engordar después de una salvaje repetición de "no voy a comer pan", cada que piensas en eso, se te antoja más, y bueno, tu inconsciente te conduce a ello.


Aprendí eso y 3456 cosas más cuando me certifiqué como programadora neurolingüista, si has estudiado o leído algo sobre ello, entenderás que no solo es científico y probado si no que además funciona bastante bien. 


El problema viene cuando aún con mil y un técnicas, seguimos aferrándonos o "emberrinchados" con algo. Y peor aun cuando en el fondo sigue siendo justo lo que no queremos para nosotros. 


Y seguimos tropezando, tropezando, tropezando, tropezando, tropezando, tropezando, tropezando, y tropezando con lo mismo. ¿Y a quién culpas? No hay nadie, solo uno mismo. 
Solo sé que hay algo que no se debe hacer: quedarte ahí. 

Te equivocaste, de nuevo, si, pero listo, créeme: si sigues equivocándote ahí, con lo mismo, es porque aún te falta algo por aprender, no pasa nada. 
Como dice el buen Aaron Benitez: "Enfócate. Cero dramas. Simple y elegante. Haz lo que tienes que hacer. La gloria está en el largo plazo. That's it."


Entonces, sacude tus rodillas, levántate, levanta la carita y "pa lante". 
¡Ah! Recuerda eliminar el "no vuelvo" mejor, traza un plan, sobre lo que SI quieres y sobre él, toda tu energía. 


1 comentario: