sábado, 24 de octubre de 2015

No te necesito

No te necesito, pero no me encanta la idea, no es que no quiera que te vayas, en realidad puedo ayudarte a empacar, el detalle está en que no sé que voy a hacer con mis ganas, esas de verte al final del día o de acordar vernos para comer, esas ganas de cenar juntos, aunque sea compartiendo una sola copa, sufriendo los estragos de aquella rota.

Realmente que te fueras no era el problema, incluso, me aseguraré de que estemos a tiempo en el aeropuerto. Mi conflicto radica en que, ni de broma puedo esperar a ser sorprendida al salir de clase con una nota o una invitación al teatro.

No te necesito, de cualquier modo sabíamos que así sería el ritmo por un tiempo, incierto en horarios y fechas pero certero en sentimientos e interés. Pero por más que habláramos de nuestra condición, nuestros corazones no dejan de encogerse de saber que estaríamos un tiempo sin pelear por quién debe apagar la luz del pasillo (aunque siempre estés más cerca tú).

Definitivamente no te necesito, mis días pasaron más rápido de lo que yo creí, me imaginé que las horas sin ti iban a enredarse en cada hilo de nuestras cortinas, pero no, en realidad el yoga y la alberca preguntan por ti, pero todo bien, no hubo lágrimas por que siempre están ahí tus mensajes para darme un empujoncito al siguiente evento, sin ti.

No te necesito porque hasta mis actividades fluyen normal, sabes que desde que te conocí, no necesitaba de nadie para ser feliz, pero había momentos en los que te prefería junto a mi. No te necesito pero te recuerdo, en esas tomas que no podía hacer sola, las críticas a los colegas, las películas divertidas y la canción nueva que descubrí, esas palabras en francés que no había escuchado antes, esos lugares en los que en verdad me sentí turista, creía que hubiese sido ideal que estuvieras ahí.

No te necesito, pero al menos habría deseado discutir contigo esa corriente de innovación que me tiene hecha nudos la cabeza, o leerte al oído esa frase que me encantó del libro que leo acompañada de tu separador. Segura que no te necesito, pero no sé porque no me atrevo a brincar en los charcos de lluvia, creo que si no hay de por medio un traje que mojar no es divertido.



Volviendo al punto , no te necesito, pero si pudiera elegir, te preferiría, más que a ninguna persona en el planeta, porque sé que me prefieres, por que agregas algo más que valor a mi vida, porque la luna contigo puede ser de queso o de cartón. No te necesito pero disfruto la exclusividad de tus tímidos besos y la lealtad de tus arriesgados "te quiero".





Averigua

Antes de que me repitas lo feliz que estás con ella, averigua. No tienes que convencerme a mi de lo afortunada que eres de toparla en tu camino, convéncete a ti mismo, hazte el favor de sincerarte contigo una vez en la vida. Ve directo al punto y obsérvate a los ojos y atrévete a decir que estás tan feliz, en verdad feliz.
Pero feliz realmente, no como fuiste conmigo, un poco "agusto", o solo "contento", dile a tu propio juez que eres muy feliz, no pequeñeces como esas veces que en mis brazos viste el cielo o ridiculeces como despertar con una sonrisa cobijada por un dulce beso mío, con la certeza de que quien estaba entre tus manos te amaba. Grita que eres en verdad feliz ahora que tienes a tu lado a quien siempre soñaste, y lo mejor: que ella te soñó a ti.

Para hacer eso antes debes averiguar. Debes hacer una investigación, exacto, como una misión. Hacer eso que amas hacer: ¡experimenta!. Tú sabes, para poder estar seguro, no vaya a ser que te equivoques y entonces tu vida de decisiones perfectas se vea opacada. Mi intención no es otra más que la de ayudarte a dimensionar la suerte que has tenido de conocer al amor de tu vida a tu corta edad. Sólo con averiguar.

Averigua si son mucho más que besos, deben ser mejores que aquellos en los que te arrancaba suspiros, deben moverte el alma. Averigua si su cuerpo es mucho más que calor y piel, trata de encontrar ese dulzor que yo encontré en tu pecho cada tarde, intenta descubrir ese rayo de luz que con el ocaso se alcanzaba a meter entre nosotros. Averigua si además de darte mil noches está dispuesta a regalarte madrugadas y días de por vida. 

Averigua si no sólo eres su masaje relajante al final del día, para decir que eres completamente feliz, que ella es la indicada, averigua si está a tu lado para ver dormir el sol, si de tu mano se perderá para escuchar el sonido de la lluvia, si le gusta contemplar la luna o si mientras cocinas para ella encontrará el momento estratégico para tomarte por la espalda y darte un beso en la nuca seguido de un "te quiero".

Averigua además si te sigue inspirando después de que descubras que realmente no eras tan importante para ella, averigua si le quedan bien los tés, esos que seguramente te preparará cuando te enfermes y sobre todo averigua que sea buena con los horarios, porque para recordar medicamentos tú no eres bueno, en concreto, averigua que quiera cuidar de ti algunas veces, porque para salir a bailar nadie hace un gran esfuerzo. Averigua además que disfrute el vino tanto como tú, que se atreva a probarlo también de diferentes maneras.

Averigua que no seas parte de una lista, que te trate como su destino, no como una parada en el camino, averigua que le inspires tanto como ella a ti, que tus "Buenos días hermosa" sean creativamente respondidos, al menos que no te conteste lo mismo que las otras 19 que les saludas de la misma manera. Averigua antes que otra cosa, que le guste compartir contigo todo aquello que alimenta tu espíritu, que te admire tanto como tu a ella y sobre todo, que ella también esté orgullosa de ti. Que sin importar lo que hagas, así sea el más pequeño de los logros, esté felicitándote e impulsándote a lo que sigue.

Por último, para completar la investigación, averigua que tenga sueños grandes, porque al menos antes tú los tenías. No olvides averiguar si además te sientes con la confianza de comportarte como extraterrestre, si no te juzga por tu voz cuando te mimas, averigua que le guste consentirte y que se deje consentir, si con cada detalle que tienes con ella sonríe como si fuera la primera vez, después de todo, siempre es la primera vez. Y podrías olvidar todas las anteriores, pero la siguiente es crucial: averigua que no sea para nada como yo, que sea diferente, pero diferente enserio, por que eso de que te amen con el alma entera no es nada cómodo. Averigua que tu decisión ha sido la mejor, porque después de una averiguación, yo encontré que, para ti, ya no hay lugar en mi corazón.

martes, 20 de octubre de 2015

Amor o "turismo emocional".

Las escuché hablar del tema aproximadamente por 19 o 22 minutos, sin emitir opinión, sin ni siquiera asentir con la cabeza, cuando parecía que ya todas habían terminado de decir (según su "experiencia") si el Romeo en cuestión en realidad quería o no a nuestra querida Julieta, quien lo único que hacia era escuchar los juicios de cada una de sus amigas, permitiéndose así, quedar aun más confundida.

Y como era de esperarse, en el primer silencio que llego, repitió la pregunta desesperada por un buen consejo: ¿y entonces?. Así que decidí intervenir, si es tu caso, también lee con atención mi punto de vista (no hay verdades, todo es relativo, recuerda que vivimos en un mundo de múltiples posibilidades y pocas certezas). 

Yo creo que los hombres son súper simples, algunos exageradamente inteligentes y otros (desafortunadamente) bastante hábiles cuando se trata de conseguir lo que quieren. Yo pienso que son simples, porque es obvio cuando están interesados en ti, actúan. 

El asunto es descubrir en qué de ti están interesados. Hay un término que define muy bien lo contrario a amor, es "turismo emocional". Yo entiendo este término como: conocer la vulnerabilidad del otro que me permite entrar en su vida fácilmente por instantes y esfumarme sin sentido cuando lo desee. Es experimentar qué pasa si hoy le envió un mensaje lindo, qué pasa si la invito a mi depa, qué se sentirá darle celos, qué hará si le digo que la quiero. Experimentar, conocer, averiguar, como un turista, viene, y se va, sin problemas. Y así puede ser contigo y 23 más. No hay limite. 


No involucran sentimientos, quizá no los tengan, no les importa realmente lo que haces, preguntan por curiosidad, no porque les interese. Te oyen, no te escuchan, es cuando ellos quieren, porque les has demostrado que estás ahí, disponible SIEMPRE. 

Como dije, la mayoría de estos "turistas" son hábiles, parece común denominador despertar en ti, una pasión, un gusto o un simple capricho para mantenerte atada. ¿Qué horror no? Seguramente nadie quiere esto, genera una inestabilidad emocional y un desequilibró sentimental. Sin embargo esta situación es más común de lo que crees. Nunca falta la típica excusa de "es que es diferente, el no es romántico, demuestra su amor de otra forma, es muy desprendido, es muy raro pero por eso me gusta, cuando estamos solos es diferente". 

No señoritas, un hombre, como sea, en lo que crea, y de donde sea, cuando se enamora, se enamora enserio, quiere, demuestra y se entrega. Así que repito, no, no y no, eso no es, ni será amor, es turismo emocional, eres una playa y al tipo le encanta tomar el sol, pero ¡jamás viviría ahí!  Va a una playa diario y es inmensamente feliz en TODAS.  

Así que te recomiendo, tomar nota de sus actitudes, igual una de esas semanas en las que te deja de buscar por completo, una de esas tardes mientras esperas que pase por ti (porque ese día si quiso verte) o uno de esos momentos en que estas contándole de tu perro, de tu día o tu sobrino, mientras él te ignora; date un tiempo para pensar qué quieres y mejor aún, qué crees que MERECES tú, si quieres alguien verdaderamente capaz de sentir amor o si piensas bajar el listón y conformarte recibiendo turistas, solo recuerda algo: la etapa vacacional, también termina.

Hablemos de él

Está bien, hablemos de él. Te diré todo lo que quieras saber. Te contaré la historia que tanto has esperado, aunque al oírla te parezca difícil de creer, pero antes tienes que conocer como fue ese hombre del que me enamoré. 


Tenía el cabello color obsidiana, sus ojos eran buenos, como la mañana, disfrutábamos ver juntos el atardecer, su voz noble como ninguna que puedas conocer, tenía música en el corazón, de "te quiero" tenía llenos los dientes y regalaba abrazos de algodón. 

Le gustaba ser feliz y tomaba café, amaba la cocina pero le costaba ser fiel, me quería, eso lo sé, pero para ser sincera, yo, con el alma le amé. Podría ocultarlo y quizás mentir, pero prefiero que conozcas el pasado que hoy me trajo hasta ti. 

Reímos, cantamos, discutimos, viajamos, nos separamos y hasta gritamos sin razón. Sé con seguridad, que estuve en su mente, quizá toque su alma y una que otra noche dormí en su corazón. Jamás pensó en hacerme daño, pero cuando se ama sin condición, como resultado, no queda otra opción. 

Aunque quisiera, no puedo hablar mal de él, sería aborrecer mi pasado y no tengo razones para odiarle o tratarle con desdén. Sin embargo, también debes conocer que las razones que nos separaron alguna vez, siguen vigentes y es más fácil aceptarlas, recordarlas y conocer su validez. Juntos apredimos que no éramos el uno para el otro, entendimos que cuando alguien es para ti y tú eres para alguien, los martes se vuelven jueves, el amor cada día crece, las miradas estremecen y los imposibles desaparecen. 


Nada de eso fuimos nosotros, nuestro presente es la prueba, a mi nada puede costarme, seguir la ruta de quienes detestan a su ex, pero yo soy así, diferente, y si te parezco rara, a mi lo antes mencionado me parece muy común. No soy la chica que llama después de una botella, para reclamar, soy de aquellas que, sobria, sin problema le puede saludar. 

Así que si algún día, mientras paseamos, lo encontramos, seguramente le saludamos e incluso, él y yo un abrazo nos damos. Y si por error comenzaras a sentir celos, solo recuerda que segundos antes, mi PRESENTE me tomaba de la mano. 

En efecto, el amor de mi vida no fue, mi alma gemela no es, pero probablemente hasta la muerte le he de querer. Si has de  quererme a mi, completa ha de ser, con defectos, con virtudes y con este cariño que siento por él. 

sábado, 17 de octubre de 2015

Que no le extrañe.

¿Que es tedioso lo que ella le dice? ¿Que  aturde sus oídos cuando habla? ¿Que prefiere estar sin ella? No disfrace con justificaciones y culpas su verdadera razón de "un tiempo". 



Al diablo con su "dejemos que fluya", usted en realidad no sabe lo que quiere y espera en el camino adivinarlo, pero es bastante cobarde como para decidirse y muy aprovechado para no tomarlo. 

Pero bien, deje que fluya, que fluyan las conversaciones a las que usted no le presta atención, deje que fluya el cariño que ahora ella le tiene. Deje que fluya la importancia que irónicamente usted ocupa en su vida.

Deje que fluya como el agua el interés que logró crear en ella, porque así "con el tiempo" ella se dará cuenta que después de todo no era usted tan especial. Que al fin de cuentas resultó ser otra cosa más que un mozalbete forrado de aluminio haciéndose pasar por un intento de caballero de brillante armadura. 

Pero que no le extrañe, si de pronto los papeles cambian, no se pregunte porque se encuentra tan feliz sin recibir mensaje suyo. No le extrañe que se olvide de escribirle, de hablarle o de "aturdirle". 
Que no le extrañe si en menos de lo que se imagina, "con el tiempo y dejando que fluya" ella desaparece poco a poco de su vida, hasta quedar extinta de sus días, o peor aún, de sus noches. 

Que tampoco le extrañe, "caballero", si un día de estos se vuelve usted insignificante en su vida, si de pronto se encuentra en el archivo muerto o en la lista de promesas a olvidar. Recuerde que no tendrá usted, ni más ni menos de lo que entregue, porque quien conoce lo que siembra no teme a la cosecha...

Perdiendo el tiempo

Estoy de nuevo aquí, perdiendo el tiempo. Ya me he tratado de convencer que nada tengo que hacer aquí, muriendo de frío, debajo de las nubes grises y el horizonte ocre. 


Pero así soy, necia, si vas a quererme debes saberlo. Creo que después de todo no es tiempo completamente perdido. Algún día lo entenderán, pero no voy a rendirme, no dejaré de venir a explicarles.

No me cansare de venir a explicarle al cielo que ni su infinita inmensidad se compara con el cariño que para ti ha nacido en mi. De repetirle mil veces al aire que ni al bajar su temperatura activa los poros de mi piel como lo hacen tus manos. 

Seguiré perdiendo el tiempo humillando a ese aroma a tierra mojada y verde húmedo al compararlo con el olor de tu cabello mezclado con mis dedos. Aunque discutir con la luna que el mayor brillo es el de tu mirada y con el sol que el calor que me das vuelve el suyo prescindible. 

Pareciera que nada resulta de esa pelea con los árboles y las flores, pero si, si entienden cuando les hablo del amor que demuestras en cada detalle, del entusiasmo que tienes cada día y de la eterna dedicación que pones en tratarme. 


Después de todo no pierdo el tiempo, cuando el agua se rinde ante la sublime reseña que intento hacer sobre tus ojos, la belleza del atardecer se da por vencida ante mi convicción de que todo lo que veo es poco comparado a un nosotros. 


Perdiendo el tiempo o no, no desistiré de venir aquí cada tarde, a contemplar la sutileza con la que llegas, la ternura con la que me abrazas y la dulzura que expresas. Porque indefinido es lo que puede pasar, como indescriptible es lo que en realidad es amar. 


Decidí quedarme

Ya me iba, estaba en la puerta y un frío que erizo toda mi piel me hizo repensarlo. Me detuve un momento a recorrer de inicio a fin mi plan del fin de semana. En dos segundos decidí quedarme. 

Te explico porque, decidí quedarme porque la exposición no la moverán de ahí en unos meses, porque es una bellísima tarde nublada que no puedo desaprovechar lejos de ti. En realidad decidí quedarme porque hace frío, hace frío sin ti cerca. 

Mis amigos van a entenderlo, ellos saben que cuando mi corazón es robado, lo es completo. Fiestas sobrarán, planes ya vendrán, pero hoy estás tú y tu técnica de soborno acerca de películas, chocolate y postres es un éxito.

Decidí quedarme porque el cielo me obligó, amenazó con lluvia y el estacionamiento duplicó la distancia de mi auto y la promesa de un octavo arcoiris me intriga más de la cuenta. Decidí quedarme por que quiero estar aquí, junto a ti, aunque tal vez ni veamos la película o quizá nos quedemos dormidos inmediatamente después de comer. Decidí quedarme porque eso, también es conocer. 

Decidí quedarme no porque me lo pidieras, ya me iba, decidí quedarme porque aunque no me detuviste me encantará ver tu cara de sorpresa al saber que sigo aquí. Así que devuélveme mi frazada y mi rinconcito en el sofá, ya decidí quedarme.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Cada quien su camino, quizá nos encontremos, quizá no.

Platicando con un buen amigo acerca de las relaciones amorosas y lo trágico que parecía hace tiempo estar solteros, coincidimos en que creemos que la mayor parte del aprendizaje que tenemos a lo largo de la vida, sucede después de estar en una relación. Justo cuando te encuentras solo (ya que soltero no es lo mismo que solo). Y creemos que esto sucede porque estamos en un entrenamiento constante, de todo tipo de relaciones, todas las personas con las que te has involucrado como pareja te han enseñado algo, te han preparado para algo, en algunas ocasiones para saber lo quesí quieres y en otras para entender que es lo que detestas. Qué es lo que si puedes hacer y qué es imperdonable. Este aprendizaje es inherente al tomar el reto de esa relación, aún cuando hayas aprendido la lección y desees otra oportunidad para hacer mejor las cosas, puede que para esa persona el aprendizaje haya sido no caminar en reversa y eso significa volver contigo.


Pero no pasa nada, no hagas drama, llora lo que debas llorar, deja que pase la temporada del duelo y después continúa tu camino. Nadie está esperando por ti, date cuenta cómo todos siguen, continúa el tuyo y si decides estacionarte, ponle fecha, permítete quedarte un tiempo, pero no te enamores del estancamiento, fluye. Hay quienes vamos nadando, caminando, en bicicleta, en auto, en avión, pero todos seguimos un camino, el que construimos día a día con las decisiones que tomamos, y acuérdate bien de algo, no tomar decisiones es peor que cometer errores. Probablemente vuelvan a encontrarse, cuando los dos sean más viejos y sus mentes menos frenéticas, quizá tú seas adecuado para ella y ella sea buena para ti, pero justo ahora ella es un caos para tus pensamientos y tú eres veneno para su corazón, Quizá los caminos vuelvan a cruzarse, quizá no, no abraces la esperanza, pero tampoco digas "jamás".


Gracias a este "entrenamiento" tienes la capacidad de elegir si involucrarte o relacionarte con alguien, y no enredarte con la primer persona que se te cruza en el camino, esto último no es nada sexy. Las personas más interesantes son aquellas que se conocen, aquellas que saben lo que quieren y lo hacen posible, no aquellas que toman lo primero que tienen frente a ellas porque están desesperadas o ansiosas por ya no estar "solas". Así que disfruta tu camino, aprende, siente, valora y comparte.
Compartir es una de las cosas más extraordinarias que puedes hacer pero antes de compartir pregúntate ¿qué tienes para compartir?, no me refiero a lo material, me refiero a ¿quién eres?, ¿qué hay dentro de ti?.


Procesa lo que pasó, piensa, estúdialo, pero no pongas resistencia, deja ir, suelta, de otra manera no puedes recibir algo nuevo. Y creéme, todo pasa por algo y para algo, no es que estés destinado a fracasar en tantas relaciones, no es que todas las mujeres sean iguales o que seas un imán de patanes. Pasa que tienes que enfocarte en lo que estás buscando y atrayendo, conócete, estúdiate y entiende que estás pasando por un proceso, por un entrenamiento, que te estás preparando para una relación más importante y agradece lo aprendido. Lo que no te pone a prueba no te hace más grande ni más fuerte, de hecho, del reto, es que nos alimentamos.


Deja de alimentar esa ilusión falsa y sal de tu zona de confort, borra ya ese pensamiento "yo sé que él me quiere, no me llama, ni me busca, tampoco está seguro de querer estar conmigo pero sé que soy la mujer de su vida y que me quiere" mentira, estamos cada uno donde queremos estar, si no esta ahí, es porque simplemente no quiere estar ahí, fin del cuento.
Las oportunidades se dan, los caminos que deben cruzarse se cruzan, pero esto no ocurre mientras te cruzas de brazos, una vez que defines lo que quieres y a dónde quieres llegar trabajas de tal forma que todo se da, las ventanas se abren y lo que haces con esas oportunidades ese ya es asunto tuyo. Puedes tomarlas o dejarlas pasar por seguir esperando un milagro, no es magia, es real y puro sentido común.

Y no te desesperes, recuerda el punto inicial, aprendemos más de las relaciones fuera de ellas que dentro de ellas.
¿No tienes el amigo o la amiga que está en una relación y cree que se la sabe de todas todas? y quizá sabe todo, pero de SU RELACIÓN, cuando estamos fuera de ellas somos mucho más humildes para aprender, tanto de lo sufrido cómo de los errores cometidos en ellas.