domingo, 1 de noviembre de 2015

Ya te esperaba

Antes de que pensara en que existías, antes de que dejara volar la imaginación, antes de enfrentarme a mí misma aquella tarde y describir sobre un papel a ese ser "ideal" que deseaba, incluso mucho antes de que aparecieras, yo ya te esperaba.

Estaba esperándote, cada tarde mientras caminé sola por las calles frías, cada mañana lluviosa mientras endulzaba mi taza de leche, cada noche mientras pensaba en qué prepararme de cenar, cada momento de suspiro y cada madrugada con sabor a melancolía. No es que estuviera buscándote por ahí, en cada par de ojos cruzándose con los míos, tenía la seguridad que alguien tan especial no llegaría de una forma tan banal.

Pero sí, ya te esperaba, en cada sonrisa nerviosa frente a cada "me gustas" sin importancia, eras el pensamiento que aterrizaba a mi mente frecuentemente cuando veía una pareja de enamorados, eras esa voz que quería escuchar a las cuatro de la mañana, aunque sea difícil de creer, sí, aún sin conocerte ya te esperaba.

No solamente tenía la certeza de que a mi vida llegarías, si no que además, sabia que en algún punto del globo estabas pasando por lo mismo que yo, así son estas cosas del amor, conecta antes de ser, sabia que estabas deseando huir de esa situación incomoda en la que parecías no ser tú, mientras que yo te convertía en poesía, aunque aun no te conocía.

Karma, destino, almas gemelas, yo lo llamo perseverancia, si puedes imaginarlo: existe.
No sólo mil noches te soñé, no fue solamente un boceto lo que dibujé, era tu mirada la que siempre busqué, eran tus labios los que en ningunos otros encontré. Eras tú, el irreemplazable, el que llegaría para quedarse. Eras tú, fuiste tú, eres tú quien ahora se extraña de que no me sorprendiera tu llegada, es simple:  yo ya te esperaba. 

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