lunes, 2 de noviembre de 2015

No te tardes

Dejaste que mi espalda se helara cuando te levantaste, el latido de tu corazón retumbaba hasta mis pulmones, el aire fresco que se coló por la ventana trajo el aroma del amanecer, combinado con la amarga despedida de ese sueño que compartíamos. Se fue la noche, igual que tus manos de mi cintura, aterrizó otro día, tal como tu beso sobre mis labios secos.



No es que mi cuerpo pese más al despertar, es solo la fase de negación en la que me encuentro por no querer mi cabello de tus brazos despegar. -Ya es tarde, me dices; siempre es tarde, cada vez que me des un beso, lo estaba esperando hacía dos segundos. Te vas mientras me voy, caminas a la puerta mientras camino a la ducha, abro la regadera mientras me escribes una nota, justo cuando tu abrazo vuelve a mi para despedirte, mis besos una sola cosa te piden: no te tardes.


No te tardes en iniciar tu rutina sin mi, me vuelve loca como puedes con todo, pero siempre te hago falta, no te tardes en pensar en mi, porque cuando lo hagas yo ya estaré haciéndolo. No te tardes en sonreír porque imaginas lo que protagonizará nuestra noche. No te tardes en adivinar que no es que el café sea malo, en realidad me extrañas.

No te tardes en suspirar por quien al otro lado de la ciudad se encuentra robándole minutos a las horas y simplificando actividades para verte más temprano. No te tardes en olvidarte de nosotros un segundo, para poder construir nuevos recuerdos más tarde en la cocina. No te tardes en pensar porqué te ignoro en cada rato libre que no tengo, no te tardes en recordar que amanecí otra vez entre tus brazos. 

Llega a tiempo a mi mente, el tren de mi corazón es puntual y pasa por ti varias veces, sé puntual en mi locura, ahí donde la prudencia no tiene espacio, donde el deseo provoca la agonía de la sensatez. Pero sobre todo, no te tardes en volver, porque para ese entonces sabré que ya me estás esperando, no te tardes en inventar la razón por la que celebraremos hoy en la terraza, cobijados por estrellas y de la mano de una de ellas, no te tardes en residir en mi vida, porque para llegar a ella, ya te tardaste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario